
Lo que cuenta es el recubrimiento.
Hay muchos métodos para recubrir metal. El recubrimiento en polvo es cada vez más popular. Pero, ¿en qué consiste este proceso? ¿Cómo funciona? ¿Y por qué se utiliza cada vez con más frecuencia? Hoy queremos responder a estas preguntas.
El recubrimiento en polvo está en auge desde finales de los años 60 y se ha convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana. Los principales ámbitos de aplicación han sido y son los electrodomésticos, los llamados «productos de línea blanca», los revestimientos de fachadas, así como los recubrimientos de muebles y automóviles. El recubrimiento en polvo también es omnipresente e indispensable en el sector de la restauración.
En general, las superficies de las piezas metálicas quedan perfectamente protegidas contra la corrosión y los arañazos gracias al recubrimiento en polvo. Al mismo tiempo, el recubrimiento en polvo mejora notablemente el aspecto de los objetos.
En el recubrimiento en polvo, el polvo plástico cargado electrostáticamente se pulveriza sobre metales conductores de la electricidad como el acero, la chapa y el aluminio (por ejemplo, bastidores de vehículos, llantas o depósitos), haciendo que se adhiera. El calentamiento posterior a una temperatura de entre 150 y 250 grados hace que el polvo se funda y se entrecruce para formar una superficie duradera.
Durante mucho tiempo, el recubrimiento en polvo sólo era una opción para superficies metálicas por razones técnicas. Hoy en día, las tecnologías innovadoras hacen posible el acabado de superficies no metálicas con este proceso.

- El recubrimiento en polvo se caracteriza por una gran resistencia mecánica.
- El revestimiento en polvo mantiene el dinamismo de su estructura y sólo se agrieta en contadas ocasiones.
- Los componentes con recubrimiento de polvo son extremadamente resistentes a los impactos.
- El tratamiento posterior de las piezas con recubrimiento de polvo es muy sencillo. La pintura no se descascarilla.
- Las pequeñas irregularidades del sustrato quedan cubiertas por el elevado grosor de la capa de pintura en polvo.
- Resistente a la intemperie: El recubrimiento en polvo sólo se endurece completamente después de varios años, por lo que sólo se vuelve quebradizo tarde, por lo que puede soportar la intemperie durante mucho tiempo y es extremadamente resistente a la intemperie.
- Las superficies lisas y uniformes son fáciles de limpiar, ya que la suciedad y la grasa no pueden adherirse ni penetrar.
- El recubrimiento en polvo se procesa sin disolventes, por lo que es muy respetuoso con el medio ambiente.
- Los recubrimientos en polvo están disponibles en acabados mate y de alto brillo en cualquier color RAL.
Más rápido, más económico, más duradero y más respetuoso con el medio ambiente: las ventajas del recubrimiento en polvo son insuperables y lo convierten en el proceso ideal.
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