«Para implementar un catering de eventos moderno, se necesita un socio como B.PRO»

Torres Da Silva: El señor Kohler y yo nos conocimos hace ocho años en un acto organizado por la red de gastronomía meet & work. Allí presentó el mobiliario de

distribución de alimentos de B.PRO. Me quedé boquiabierto. Los módulos no solo eran bonitos, sino que también estaban muy bien pensados. Desde entonces soy un fan [ríe]. Tras una invitación a la sala de exposiciones, pedí los primeros elementos para mi lugar de trabajo de aquel momento y desde entonces estoy totalmente convencido, también por la colaboración profesional con el señor Kohler. Nos entendemos a la perfección.

Martin Kohler: El hecho de que ambos viniéramos del sector de la gastronomía contribuyó, sin duda, a que nos lleváramos bien. Antes de incorporarme al Grupo B.PRO, trabajé como chef. Tanto para mí como para el señor Torres da Silva, satisfacer plenamente a los huéspedes es una cuestión del corazón. Hablamos el mismo idioma.

Kohler: El señor Torres da Silva es un manojo de temperamento [ríe]. Quiere unos resultados óptimos, ¡y eso es contagioso! Quien aborda un proyecto con tanta pasión también motiva a los demás. Estás dispuesto a hacer un esfuerzo adicional.

Torres da Silva: Para mí, el catering es mucho más que solo comida: es el arte de combinar a la perfección el disfrute y la hospitalidad. Para mí, el catering es una experiencia global. No se trata solo de la comida, sino de la hospitalidad y el ambiente. Por eso quería módulos que fuesen funcionales y estéticos al mismo tiempo. Por un lado, necesitaba módulos fiables con la máxima flexibilidad para poder atender a los numerosos asistentes y situaciones de alimentación habituales en el catering de ferias. Por otro lado, quería un diseño elegante y homogéneo. Por ejemplo, quería dos calientaplatos integrados en elementos neutros. El señor Kohler estaba encantado [ríe].

Kohler: Sí, definitivamente no era un producto estándar. Estos productos personalizados conllevan costes de desarrollo, claro. Así que la dirección suele hacer preguntas más detalladas [ríe]. Por supuesto que hay dispensadores de platos integrados, pero más bien son para buffets instalados de manera fija. Ya habíamos hecho este producto para el señor Torres da Silva. Así que es genial que haya vuelto a demostrar lo que vale. Me alegro de que en B.PRO contemos con un equipo que cumple estos deseos.

Kohler: ¡Por supuesto! La línea de distribución en la versión de diseño ahora tiene una apariencia siempre clara y de alta calidad, casi escultural. La combinación del acero inoxidable, la iluminación y el color gris tráfico B confiere al conjunto un aspecto moderno e intemporal. Justo a la medida del gusto del señor Torres da Silva y en consonancia con el diseño del Schwabenlandhalle.

Kohler: La línea móvil de distribución de alimentos en el Schwabenlandhalle consta de tres módulos fríos y tres calientes, así como de dos buffets neutros. Todos los muebles son móviles gracias a las ruedas dobles. Y están listos para usarse de inmediato: desembalar, conectar a una conexión doméstica estándar de 230 voltios y empezar a trabajar. Esto se adapta perfectamente a los cambiantes requisitos del Schwabenlandhalle, ya sea para una conferencia con buffet, el catering de un taller o de una pausa para el café en el vestíbulo. Por cierto, esta versatilidad no solo es una ventaja en las ferias, sino también en la hostelería o los comedores de empresa.

Kohler: Sí. Solemos conocer los sistemas de distribución de alimentos más bien del comedor de empresa o el comedor escolar. En el caso de la gastronomía clásica para ferias de muestras, lo normal era colocar mesas y equiparlas con calentadores de comida. Sin embargo, esto supone un gran gasto, ya que se necesitan manteles, faldones y personal para servir los alimentos. Y, además, esta solución no es móvil. En cambio, la línea de distribución de alimentos de B.PRO facilita mucho el trabajo y aumenta la eficiencia.

Torres da Silva: Exacto. Con nuestras tres líneas de buffet podemos atender a hasta 750 comensales, y eso con un equipo reducido. La reconstrucción también es rápida. Y también ahorramos mucho tiempo a la hora de limpiar.

Kohler: De la idea a la realización suelen necesitarse unos seis meses. Tras la licitación, el pedido se realizó en noviembre y la entrega tuvo lugar en enero. Todo ello sin una oficina de planificación externa.

Torres da Silva: Solo positivas. Nuestros clientes habituales, sobre todo, son quienes más notan la diferencia. Para mí está claro: Para implementar un catering de eventos moderno, se necesita un socio como B.PRO.